En 2020 todavía nos quedarán 5 años para terminar de pagar la deuda de armamento contraída "ayer " por España. ¿Te apuntas?

jueves, 30 de enero de 2014

Se busca


Se busca persona. Ambos sexos. Preferiblemente mayor de 26 años. Imprescindible que haya confirmado consigo misma un hecho sencillo pero que no siempre ocurre; haber llegado a la edad adulta. Además de esto deberá demostrar tener activos porcentajes elevados de niñez y otro tanto de su juventud. Se valorará qué uso se de a esa niñez y juventud en la actualidad así como la consideración que se tenga de ellas.
El puesto para el que se requiere a esta persona es para cubrir una única vacante pero que sin duda esperamos puedan cubrir todos los aspirantes. La de su propia vida. Una vida que no se olvida del pasado de uno mismo sino que mantiene perfectamente engrasado lo mejor de ese pasado.
Se ofrece salario según convenio más incentivos.
Razón portería.
Abstenerse curiosos ilustrados.

miércoles, 9 de octubre de 2013

Extraños en un bar (Visite nuestro bar IV)

Suena la campanilla de la puerta, aparece tras ella un hombre con gabardina y bigote. Y yo que hoy me he levantado risueño y espabilado, le sonrío cuando se acerca al mostrador y le digo ¡buenos días! y él me devuelve el saludo. O eso creo. Solo dice un-café-con-leche. Y como mi angelical ¡buenos días! se ha mezclado con su café con leche, pues pone peor cara aún y me repite un-café-con-leche. Así, ya estamos. Saludados todos, no hay más que hablar.

sábado, 7 de septiembre de 2013

Vete al cuerno, decía mi hermana

Faltan menos de veinticuatro horas para saber si Madrid será la sede de los juegos olímpicos del año 2020. O sí lo será Tokio o Estambúl. Hoy a mediodía el noticiero de la televisión estatal ha dedicado más tiempo del habitual, mucho más tiempo del habitual, a hablar de cosas convertidas en noticias entorno a la candidatura de Madrid para el año 2020. Sacando los colores, como no, a las otras dos ciudades aspirantes, pero sin encontrar mancha alguna en esta inmaculada ciudad, ideal para unos juegos olímpicos, por supuesto. 

Y claro, es noticia porque es muy importante para nosotros los españoles por aquello del parné que nos vamos a embolsar, se supone, si somos sede. Y como estamos agobiadillos con las deudas que vencen y no dejan de vencer, pues nos vendría de perlas. Por eso ahora el deporte es sanísimo y buenísimo incluso aunque no sea fútbol. Y porque Madrid es un ejemplo de acogida y multiculturalidad. Porque las olimpiadas son la concordia y el esfuerzo hechos vida. Y porque en unas olimpiadas reina el entendimiento entre los países competidores. En fin, por muchas cosas, es noticia. 

Pero ya ves, que tontería. Me ha dado por pensar que a lo mejor, y digo a lo mejor, había cosas más importantes de las que hablar. No sé. Se me ocurría, por ejemplo, que en la antigua Leningrado están ahora reunidos los veinte empollones de la clase para decidir qué hacer con un montón de cosas que al final son un montón de millones de dólares. Y que en Fukushima las aguas del mar están un poco turbias porque se les han caído unos litros de agua pesada o algo así. Y recordaba que en Egipto, que ya no está de moda, habían tenido discusiones muy gordas por que si mandas tu o mando yo y todavía no lo tenían claro. También que se había puesto de moda otra vez hablar de Siria y parece que los empollones de la clase están discutiendo también de eso, de si les dicen algo o no. Porque se han portado muy, muy mal. Los que disparan, claro. Y por eso Francisco había pedido a todos los hombres y mujeres de buena voluntad que rezáramos por la paz. Pero todo esto no tiene importancia. 

la ciudad de Homs después de dos años de guerra
En fin, que mañana sábado, no sé si tendré otra cosa mejor que hacer que estar atento a ver si mi ciudad es o no es sede de los juegos. Creo, sin lugar a dudas, que es lo primero. Que lo demás no importa demasiado. Que el canal público de la tele se tiene que dedicar a esto de las olimpiadas y a nada más. Por supuesto. 


Ahora, el siguiente párrafo es sólo para decir que últimamente me dicen que no estoy muy fino con esto de la ironía. Así que, por si soy lo suficientemente mediocre como para que no se me haya entendido, quiero aclarar que todo lo que he escrito en párrafos anteriores es con una gran dosis de eso, de ironía. Y que se vayan al cuerno los juegos olímpicos convertidos en negocio. No digo a Tokio ni a Estambul, pobrecillos, sino al cuerno. Que no se dónde está eso pero debe oler muy mal.

jueves, 22 de agosto de 2013

Toda tierra es sagrada

“Toda tierra es sagrada si en ella descansa el cuerpo de un alma noble y bella”
Este es el epitafio de una de las lápidas que he visitado esta mañana. La casualidad, o no, ha querido que en mi paseo matutino con mi primogénito anduviésemos por la avenida de Daroca (en Madrid, España) y de pronto me encontrara entre los muros de un cementerio y otro; El cementerio del Este conocido popularmente como de la Almudena, y un apartadito de este mismo que se construyó para quienes no profesaban por aquél entonces el credo católico.

El caso es que adentrándome entre los singulares personajes que allí habitan y viendo nombres y recuerdos, fechas y esculturas, unas cuantas cosas me han llamado la atención. Una de esas cosas casi me hace titular esta entrada con desalentadoras palabras, algo así como “El cementerio del resentimiento”.

Y es que en el recoleto mausoleo que nuestro presidente Francisco Pi y Margall adquirió allá a principios de siglo XX, después de bellas palabras que glosaban todos sus quehaceres en vida, la piedra estaba rematada por unas palabras de lo más cenizas;
“¡España no habría perdido su imperio colonial de haber seguido sus consejos!”

Yo no sé si él mismo encargó al marmolista estas palabras. Si lo hizo su afligida esposa o sus afligidos diputados. Y tampoco digo que no fuera cierto el aviso. Pero yo lo he visto hoy ciento doce años después y pienso que, bueno, que el estupendo imperio colonial que teníamos, pues verás, que... antes o después... Vamos que hoy en día no tiene colonias, así grosso modo más que Francia, Inglaterra y los EEUU, y para no dejar de ser más chulos que un ocho, no por otra cosa.

Pero que no quiero hablar de las colonias. Que lo que quiero decir es que bueno, que digo yo que ya está la eternidad para poner las cosas en su sitio ¿no?

Por eso al final he querido titular esta entrada como lo he hecho. Y es una lástima que no haya sacado una instantánea. Que aquí en vida le ponemos nombre, etiqueta, categoría, frontera, departamento, muros, clasificación, … a todo bicho viviente y sin embargo al final, y cuando digo al final me refiero al final del todo, toda tierra es sagrada si en ella descansa el cuerpo de un alma noble y bella y no hay más que hablar.

viernes, 9 de agosto de 2013

Benidorm y el mar

Ayer mismo escuchaba en las noticias, ya de vuelta a la capital del reino, que nos hemos zampado algo así como la mitad de la costa a base de pisitos y pisitos en primera linea de playa. Bueno ya veo que no soy muy exhaustivo dando la noticia, Pero seguro que Greenpeace lo dice mejor. 
No me voy a extender mucho en este tema. Solo lo cito para que os hagáis una idea, los incultos en la materia, de lo que significa un lugar como Benidorm. Municipio de Alicante. Allí, como muestra, se alza la inacabada torre de viviendas más alta de Europa. Ese honor tenemos. La torre se llama Intempo. Han tenido que ir a buscar el nombre a la eternidad porque en este pueblito cualquier edificio de tres plantas que en Madrid pasaría por ser de protección oficial, aquí tiene nombre. ¡Y qué nombre! Acapulco, El Greco, Azor, Velázquez, Copacabana... Vamos, la costumbre de los setenta y nada más. Pero vale de hablar de arquitectura, que vengo a hablar de algo más elevado, por más que allí cualquiera viva en un piso veinte. 

Observaba una mañana el mar. Aún las sombrillas no han tapado del todo la arena de la playa. Aún se escuchan esas olas. Las que se encrespan y nos hacen volar. Las pequeñas, que se mezclan con la arena, la revuelven y después se van. Un mar que nunca deja de estar ahí, junto al mundo. Viene y va. Uno puede estar a medio metro de su espuma o a trescientos kilómetros pero siempre que mire al lugar adecuado, allí está el agua inmensa, esperándole. 
Y pensaba, mirando alternativamente al mar y hacia los pisos; Es tal su magnetismo y la fascinación que nos provoca, que intentando estar cerquita, hacerlo nuestro a cada instante y en cada lugar, sin querer, nos pasa que al final construimos lugares como éste. Que intentan atrapar el mar sin conseguirlo convirtiendo el lugar en una Babel y aún así sigue siendo imposible llegar a él. Hacerlo dócil. Él siempre está ahí, pero siempre a su manera y no a la nuestra. 
Benidorm en sus años mozos

Tal vez se nos ocurra entonces todo lo contrario; aborrecer lugares como este pueblin de rascacielos y llevarnos tan solo nuestra hamaca a la orilla de la playa. Así, sin nada más, querer vivir cara al mar. Querer estar ahí para oírlo y contemplarlo siempre. 
Me da, sin embargo, que haciendo esto sólo conseguiríamos tener el agua en nuestra retina y su espuma en nuestros tímpanos pero no podríamos tener el mundo en nuestro corazón, porque lo tendríamos siempre a nuestra espalda, sin querer vivir ni tierra adentro ni mar adentro. 

¿Qué significa todo esto? Bueno, pues para los aficionados a las metáforas, sustituid al mar por Dios. Contempladlo como lo hacéis con las olas, la espuma y el horizonte. Daos un tiempo. Tranquilos. 

Ahora, cambiad Benidorm o cualquier pueblo que conozcáis y que haya abusado brutalmente de su costa, por el Hombre; que cuando encuentra algo bueno, algo que le supera, que le desborda, opta por ser sabio y respeta su inmensidad. U opta por intentar domesticarlo. Le hace paseos marítimos, palcos en primera linea de playa, arena fina, bandera verde, muelles deportivos, torres Intempo... 

Pero siempre hay una orilla que no vamos a superar por más que queramos, a menos que optemos por dejar de ser hombres; que Él no va a dejar de ser quien es.