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sábado, 7 de septiembre de 2013

Vete al cuerno, decía mi hermana

Faltan menos de veinticuatro horas para saber si Madrid será la sede de los juegos olímpicos del año 2020. O sí lo será Tokio o Estambúl. Hoy a mediodía el noticiero de la televisión estatal ha dedicado más tiempo del habitual, mucho más tiempo del habitual, a hablar de cosas convertidas en noticias entorno a la candidatura de Madrid para el año 2020. Sacando los colores, como no, a las otras dos ciudades aspirantes, pero sin encontrar mancha alguna en esta inmaculada ciudad, ideal para unos juegos olímpicos, por supuesto. 

Y claro, es noticia porque es muy importante para nosotros los españoles por aquello del parné que nos vamos a embolsar, se supone, si somos sede. Y como estamos agobiadillos con las deudas que vencen y no dejan de vencer, pues nos vendría de perlas. Por eso ahora el deporte es sanísimo y buenísimo incluso aunque no sea fútbol. Y porque Madrid es un ejemplo de acogida y multiculturalidad. Porque las olimpiadas son la concordia y el esfuerzo hechos vida. Y porque en unas olimpiadas reina el entendimiento entre los países competidores. En fin, por muchas cosas, es noticia. 

Pero ya ves, que tontería. Me ha dado por pensar que a lo mejor, y digo a lo mejor, había cosas más importantes de las que hablar. No sé. Se me ocurría, por ejemplo, que en la antigua Leningrado están ahora reunidos los veinte empollones de la clase para decidir qué hacer con un montón de cosas que al final son un montón de millones de dólares. Y que en Fukushima las aguas del mar están un poco turbias porque se les han caído unos litros de agua pesada o algo así. Y recordaba que en Egipto, que ya no está de moda, habían tenido discusiones muy gordas por que si mandas tu o mando yo y todavía no lo tenían claro. También que se había puesto de moda otra vez hablar de Siria y parece que los empollones de la clase están discutiendo también de eso, de si les dicen algo o no. Porque se han portado muy, muy mal. Los que disparan, claro. Y por eso Francisco había pedido a todos los hombres y mujeres de buena voluntad que rezáramos por la paz. Pero todo esto no tiene importancia. 

la ciudad de Homs después de dos años de guerra
En fin, que mañana sábado, no sé si tendré otra cosa mejor que hacer que estar atento a ver si mi ciudad es o no es sede de los juegos. Creo, sin lugar a dudas, que es lo primero. Que lo demás no importa demasiado. Que el canal público de la tele se tiene que dedicar a esto de las olimpiadas y a nada más. Por supuesto. 


Ahora, el siguiente párrafo es sólo para decir que últimamente me dicen que no estoy muy fino con esto de la ironía. Así que, por si soy lo suficientemente mediocre como para que no se me haya entendido, quiero aclarar que todo lo que he escrito en párrafos anteriores es con una gran dosis de eso, de ironía. Y que se vayan al cuerno los juegos olímpicos convertidos en negocio. No digo a Tokio ni a Estambul, pobrecillos, sino al cuerno. Que no se dónde está eso pero debe oler muy mal.